Cómo explorar las zonas erógenas
¿Sabías que el secreto para maximizar el placer en el dormitorio reside en identificar tus zonas erógenas?
Si no has oído hablar de ellas, las zonas erógenas son los puntos de placer en diversos lugares de nuestro cuerpo. Probablemente puedas nombrar algunas obvias al instante, pero ¿sabías que 14 zonas erógenas son sensibles al tacto? Destaquemos las menos obvias y aprendamos a explorarlas de un modo que promete llevar los juegos preliminares al siguiente nivel.
Explora tu cuerpo
Durante un encuentro con una escort, las zonas erógenas más evidentes se estimularán cuando tu aventura empiece a calentarse. Hablamos de zonas genitales, pezones y, por supuesto, labios. Sin embargo, si quieres añadir una capa extra de placer a tu experiencia, puedes explorar las zonas menos obvias con tu escort de lujo y subir la temperatura. Los encuentros al vapor consisten en conocer tu cuerpo y lo que te excita, así que es la oportunidad perfecta para experimentar.
Zonas Erógenas de la Cabeza a los Pies
Empieza por el cuello. El más leve roce puede acelerar tu pulso, así que empieza por dejar que tu acompañante recorra ligeramente tu cuello con las yemas de los dedos, lo que podría llevar a besarte o incluso a morderte suavemente. Los lóbulos de las orejas también son una parte enormemente sexual de la anatomía. Mientras besas a tu compañera, haz que trace el borde exterior del lóbulo de tu oreja y prepárate para los fuegos artificiales. Susurrarte guarradas al oído es otra gran excitación, sobre todo si te gusta que tu acompañante sea vocal.
Placer de cuerpo entero
Pasemos a las zonas erógenas menos conocidas que pueden ayudarte a condimentar tu encuentro. La muñeca y la parte posterior de la rodilla son extremadamente sensibles al tacto y pueden hacer que tus sensores de placer se pongan a toda potencia. El más ligero roce en estas zonas te pondrá caliente. También está el pliegue de la cadera que, cuando se toca ligeramente, puede activar sensores de placer en todo tu cuerpo. Los tobillos también son bastante sensibles al tacto, al igual que las plantas de los pies.
Por supuesto, cada persona es diferente, y lo que es agradable variará de una persona a otra. Cada uno tiene sus propias zonas de confort, pero explorar tus zonas erógenas suele ser el primer paso para aumentar tus niveles de placer en cada encuentro.
¿Estás preparado para explorar?